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martes, 27 de julio de 2010

Barrilete


Alta flor de las nubes
–lo mejor del verano–,
con su tallo de música
en mi mano sembrado.

Regalo de noviembre,
nuevo todos los años
para adornar el día,
para jugar un rato.

Bandera de fiesta
que se escapa volando...
Pandereta que agitan
remolinos lejanos.

Pececillo del aire
obstinado en el salto.
Pájaro que se enreda
en su cola de trapo.

Luna de mediodía,
con cara de payaso.
Señor del equilibrio.
Bailarín del espacio.

Ala que inventa el niño
y se anuda a los brazos.
Mensaje del celeste.
Corazón del verano.

*Claudia Lars, seudónimo literario de la poetisa Margarita del Carmen Brannon Vega (1899-1974). Nació en la ciudad de Armenia, Sonsonate, El Salvador, de padre de origen irlandés y madre salvadoreña.

* Foto de mi niñez.

jueves, 22 de julio de 2010

Junio francés

Ella era una chica sopa de cabello de ángel. Una muchacha tibia que echaba vapor de empañar ojos. Olorosa y salada.

El tenía boca de vidrio. Hombre de tintinearle labios y buen beber.

Se encontraron de paso en un restó, mientras afuera era París con llovizna de junio.

Chica sopa soltó calor y hombre, vidrio roto. Corrió sangre por las mesas, por los platos, por las fuentes...

El dueño del local, puso un cartelito en la puerta mientras llegaba la ambulancia.

Siguió junio y nada más. No todos los amores son posibles aunque París se llueva.

* En Minúsculas. Ediciones Orillera. 2010

sábado, 17 de julio de 2010

Un poema chiquito para la más grande!


Mi poeta preferida
vivió en Toay,
en una casa con flores
y un árbol de aguaribay.

Tuvo un sombrero de paja
con prendedores de sal,
zapatos color violeta
y un tapado de astracán.

Cuando se fue de La Pampa
lloró con llanto de lluvia,
dejando versos escritos
por toda la arena rubia.

Olga de los ojos claros,
la maga señora Orozco
en esa literatura, me pierdo
y me reconozco.

* Adriana Lis Maggio



miércoles, 14 de julio de 2010

Para las vacaciones: El árbol de lilas, de Teresa Andruetto

Uno

Él se sentó a esperar bajo la sombra de un árbol florecido de lilas.

Pasó un señor rico y le preguntó: ¿Qué hace sentado bajo este árbol, en vez de trabajar y hacer dinero?

Y el hombre le contestó:
Espero.

Pasó una mujer hermosa y le preguntó: ¿Qué hace sentado bajo este árbol, en vez de conquistarme?

Y el hombre le contestó:
Espero.

Pasó un niño y le preguntó: ¿Qué hace usted, señor, sentado bajo este árbol, en vez de jugar?

Y el hombre le contestó:
Espero.

Pasó la madre y le preguntó: ¿Qué hace este hijo mío, sentado bajo un árbol, en vez de ser feliz?

Y el hombre le contestó:
Espero.

Dos

Ella salió de su casa.
Cruzó la calle, atravesó la plaza y pasó junto al árbol florecido de lilas.
Miró rápidamente al hombre.
Al árbol.
Pero no se detuvo.
Había salido a buscar, y tenía prisa.

El la vio pasar,
alejarse,
volverse pequeña,
desaparecer.
Y se quedó mirando el suelo nevado de lilas.

Ella fue por el mundo a buscar.
Por el mundo entero.

En el Este había un hombre con las manos de seda. Ella preguntó:

¿Sos el que busco?
Lo siento, pero no,
dijo el hombre con las manos de seda.
Y se marchó.

En el Norte había un hombre con los ojos de agua. Ella preguntó:

¿Sos el que busco?
No lo creo, me voy,

dijo el hombre con los ojos de agua.
Y se marchó.

En el Oeste había un hombre con los pies de alas. Ella preguntó:

¿Sos el que busco?
Te esperaba hace tiempo, ahora no,

dijo el hombre con los pies de alas.
Y se marchó.

En el Sur había un hombre con la voz quebrada. Ella preguntó:

¿Sos el que busco?
No, no soy yo,

dijo el hombre con la voz quebrada.
Y se marchó.


Tres

Ella siguió por el mundo buscando, por el mundo entero.
Una tarde, subiendo una cuesta, encontró a una gitana.
La gitana la miró y le dijo:

El que buscas espera, bajo un árbol, en una plaza.

Ella recordó al hombre con los ojos de agua, al que tenía las manos de seda, al de los pies de alas y al que tenía la voz quebrada.
Y después se acordó de una plaza, de un árbol que tenía flores lilas, y del hombre que estaba sentado a su sombra.

Entonces se volvió sobre sus pasos, bajó la cuesta, y atravesó el mundo. El mundo entero.
Llegó a su pueblo, cruzó la plaza, caminó hasta el árbol y le preguntó al hombre que estaba sentado a su sombra:

¿Qué hacés aquí, sentado bajo este árbol?

Y el hombre dijo con la voz quebrada:

Te espero.

Después él levantó la cabeza y ella vio que tenía los ojos de agua,
la acarició y ella supo que tenía las manos de seda,
la llevó a volar y ella supo que tenía también los pies de alas.


miércoles, 7 de julio de 2010

Otra vez, invierno (fragmento)


Yo se que estás, invierno,

por mi barrio,

escarcha,

bajo cero,

tiritando...


(...)

Cascaritas marrones

del otoño,

en el gris esqueleto

de los álamos.


La abuela anda buscando,

uno manojo de sol

en la ventana.

Todo el color que falta

en el paisaje,

lo lleva en su bolsita

de agujas y de lanas.


(...)

Pero están mis amigos,

esta escuela,

todas mis ganas de seguir jugando;

cuando vuelvo a mi casa

un par de abrazos

y el fueguito prendido

allí, esperando.


* Marcelino Catrón. Argentino

lunes, 5 de julio de 2010

Caramelos... y Mundo bolita, en la Feria del Libro Infantil

20.ª Feria del Libro Infantil y Juvenil

12 al 31 de julio de 2010, en Buenos Aires.

La Feria del Libro Infantil y Juvenil es un espacio destinado para chicos de hasta 14 años, como un aporte para su formación educativa, posibilitando la transmisión de auténticos valores en un ambiente de alegría, diversión y entretenimiento.

En el stand de la editorial Serendipidad podrás encontrar ejemplares de Caramelos sueltos; Mundo bolita y Menta.