Si tengo ganas
de
bailar en una pata,
y cuando bailo no molesto a los vecinos;
no me digan que es un desatino;
no me obliguen a bailar con los dos pies.
Si tengo ganas
de bailar en una pata,
y cuando bailo respeto a mis vecinos.
Yo soy chico pero digo, hablo, opino;
no me obliguen a callarme otra vez.
Si tengo ganas de bailar en una pata,
y cuando bailo disfruto de verdad;
no se olviden: los derechos son de todos
y, en una pata, ¡los invito a bailar!
y cuando bailo no molesto a los vecinos;
no me digan que es un desatino;
no me obliguen a bailar con los dos pies.
Si tengo ganas
de bailar en una pata,
y cuando bailo respeto a mis vecinos.
Yo soy chico pero digo, hablo, opino;
no me obliguen a callarme otra vez.
Si tengo ganas de bailar en una pata,
y cuando bailo disfruto de verdad;
no se olviden: los derechos son de todos
y, en una pata, ¡los invito a bailar!
* En Caramelos sueltos. Ediciones Orillera. 2009
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