La llanura pampeana en el entorno y una mujer que amase, descogote gallinas y esté. Esté y que este y oeste y el sur para caer la tarde y el norte del peón esta mujer aunque nunca se lo pueda decir.
Sabe lo propio del campo siempre ajeno para ganarlo así, de a pedazos: cada año suma la mejor vaca y tiene otro hijo que crece con la huerta.
Hay su olor en el aire, humo de piquillín… Eso, esos escasos datos hay y pongalé guitarras (lé) y fin. Ya lo tiene al peón.
Sí señor.
* En Menta. Ediciones Orillera. 2010