Un niño hunde la mano en su fiebre y saca astros que tira al aire / y ninguno ve yo tampoco los veo / yo sólo veo un niño con fiebre que tiene los ojos cerrados y ve animalitos que pasan por el cielo pacen en su temblor yo no veo esos animalitos / yo veo al niño que ve animalitos y me pregunto por qué esto pasa hoy ¿pasaría otra cosa ayer? / ¿se sacaría el niño mucha pena del alma ayer? / yo sólo sé que el niño tiene fiebre tiene el alma cerrada y la hunde en las cenizas que dejará porque ardió pero ¿es así? / ¿hunde su alma en las cenizas de sí / un árbol mira detrás de la ventana al sol hay sol / detrás de la ventana hay un árbol en la calle ahora por la calle pasa un niño con una mano en el bolsillo del pantalón está contento y saca la mano del bolsillo abre la mano y suelta fiebres que ninguno ve yo tampoco las veo / yo sólo veo su palma abierta a la luz y él / ¿qué ve? ¿ve bueyes que tiran del sol? yo no sé nada / no sé qué ve el niño de la mano en el pantalón ni el niño que tiene fiebre y ve los huesos del Atlántico y los huesos de todos los mares revueltos en su corazón yo no veo nada / no sé nada ni sé en qué día nací / conozco la fecha pero no el día en que nací ¿o ese día es este día en que muero por enésima vez? ¿es este día en que todos los que han muerto se vuelven a morir conmigo? / ¿o yo con ellos? ¿en esta luz dulcísima y abierta? / ¿y qué hace el niño con esta luz en su palma? ¿mientras todos trabajan para hacer dinero fuera de esta luz? ¿encerrados afuera de esta luz que es imposible mirar sin una luz adentro? / ¿sin un amor con pena adentro? ahora pasan las cartas que nunca me escribiste hijo / vos / que tanto nacés de esta luz / tus cartas tienen fiebres de las que no sé nada y nunca sabré nada / parecen pajaritos que vuelan con su serenidad astros que tiraste al aire y ninguno ve / yo no los veo ni los ve mi dolor inseguro pensabas en una vida más limpia que ésta una vida que se podía lavar tender al sol de tu bondad / una vida llena de rostros como viajes ¿dónde están esos rostros / esos viajes? la vida está desnuda como un mar sin orillas y no puedo volver la vida atrás llevarla hasta tu cuna ni llevarla adelante / yo soy menos real que la mesa donde como yo como para ser real como el árbol detrás de la ventana ahora un niño se le paró al lado / saca la mano del bolsillo del pantalón abre su palma a la luz y piensa que la muerte es la muerte y no más que eso.
Para tu ventana un ramo de rosas me dio la mañana. Por un laberinto de calle en calleja, buscando, he corrido, tu casa y tu reja. Y en un laberinto me encuentro perdido en esta mañana de mayo florido. Dime dónde estás. Vuelta y revueltas. Ya no puedo más.
* Antonio Machado.Esta poesía forma parte de los Consejos, coplas y apuntes, de Cancionero apócrifo de Abel Martín, Antonio Machado (1907 - 1917).
INGREDIENTES 1 clara de huevo 125 azúcar 125 miel 250 maní
PREPARACIÓN Se coloca en una cacerola el azúcar cubriendo con un poquito de agua, hasta lograr un almíbar a punto de caramelo. Se agrega la miel. Se continúa a baño María revolviendo continuamente. Se añade luego la clara batida a punto de nieve.
Se continúa a baño María dos o tres horas. Una vez lograda muy buena consistencia, y antes de retirar se le agrega el maní, se mezcla todo muy bien y se pone en un mármol o mesa enmantecada. Se le da la forma que guste (cuadrada, rectangular o circular), se alisa con el palote de amasar y se deja enfriar. Y a comer y compartir!!!!!