Mi niño tiene un amigo
–los ojos de negro bosque,
el pelo negro y endrino,
la piel de puro azabache,
la voz de oscuro castillo–
de noche viene a buscarlo
en un corcel negro y fino
y se van los dos alegres
por un antiguo camino:
Mi niño hecho niño-sueño.
Su sueño hecho sueño-niño.